PBRO. JUAN VÁZQUEZ MORENO (DECANO)
Actualmente el Decanato Fabril comprende siete Parroquias, una Rectoría, una Cuasiparroquia y una Capilla: Santa Rosa de Lima (Cd. Mendoza), Santísimo Redentor (Cd. Mendoza), San Juan Bautista (Nogales), San Isidro Labrador (El Encinar), Sagrado Corazón de Jesús (Río Blanco), Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús (Rio Blanco); rectoría de San Rafael Guízar y Valencia (Cd. Mendoza); la Cuasiparroquia de San Juan Diego (Paseo Nuevo) y la Capilla de la Inmaculada Concepción (Huiloapan de Cuauhtémoc).El nombre de “Fabril” se le otorgó al decanato porque en estos municipios existía un corredor industrial que comprendía hasta el municipio de Ixtaczoquitlán, pero viendo las diferentes necesidades, se separó este último municipio de lo que ahora es el Decanato Fabril.El decanato es unido y se participa en las reuniones decanales; sus consejos parroquiales son activos donde se han estudiado algunos documentos de la Iglesia como Aparecida y la Evangelii Gaudium.
Para un mejor funcionamiento en el caminar del decanato cada año se tiene la presentación y revisión de las actividades que cada Pastoral realiza y de ahí partir a los nuevos proyectos que se pondrán en marcha durante el año, de entre los cuales ha salido el de contar con la escuela decanal de verano, en la cual participan cada año alrededor de 250 personas. Se realiza durante 4 semanas y cada sacerdote del decanato se compromete a impartir 2 clases. De esta forma es como se busca evangelizar, formar e informar a los laicos, quienes a pesar de las distintas realidades sociales que se viven, se ve manifestada su fe y entusiasmo por los quehaceres de la Iglesia.
Es por esta razón que en el decanato se escucha la voz de los laicos y su presencia siempre es notoria en las reuniones decanales, en las fiestas y eventos que la Iglesia promueve.
Por su parte, los sacerdotes sumamos esfuerzos para atender a las distintas necesidades que los fieles demandan ya sea religiosas o sociales: en las confesiones cuaresmales y en la atención al Hospital Civil que se encuentra en nuestro territorio. También unimos fuerzas para proporcionar alimentos a los migrantes.
Actualmente se cuenta con un equipo animador de la Misión Permanente, que fortalece y apoya a los consejos parroquiales uniéndonos así a la colaboración de los proyectos diocesanos, como la puesta en práctica del II Plan diocesano de Pastoral.
Sin embargo, también es bueno marcar algunas sombras o retos con los cuales se está buscando la solución porque todavía percibimos una pastoral sacramentalista, misma que se tiene que superar. Falta mayor incidencia dela Iglesia en la respuesta a los problemas sociales.
Y es que fue el cierre de las fábricas textiles lo que provocó desajustes sociales y económicos y aunque en la actualidad se atiende a un buen porcentaje de comerciantes itinerantes —lo cual constituye un fuerte condicionamiento en el quehacer pastoral— falta mucho por hacer.
Por lo que tenemos que seguir trabajando como decanato en una formación más seria del laicado, que lo lleve a un auténtico compromiso en la vida diaria, es decir, que se trabaje a fondo en la Evangelización y su aterrizaje en la vida de los fieles; la problemática social, política y económica nos interpela.
Entre uno de los proyectos que se tienen en puerta es el echar a andar la Escuela para Novios y dar continuidad a los proyectos de Pastoral Juvenil y Vocacional.